Creo que son las diez de la
noche.
Se ha ido la luz.
Estoy en el sofá a oscuras y sola.
Tengo miedo.
Estoy escribiendo esto con los
cuarenta minutos que me quedan de batería en el portátil..
Es el portátil de mi hermano y si estuviera a en casa me lo quitaría.
Hermanos cabrones los hay por todas partes.
Espero que no lea esto.
Esta mañana me he dormido.
Tengo suerte de tener amigas que llaman como locas al timbre.
La lucecita de la batería no
para de parpadear.
No se porque pero me recuerda a los gatos.
No me gustan los gatos.
Bueno la verdad es que solo me gustan cuando ronronean.
Lo demás me enerva.
Ni siquiera uso la palabra “enerva” solo la he puesto porque queda
bien.
Quiero palomitas.
Me gustan las palomitas recién
sacadas del microondas.
El otro día puse diez minutos en
vez de tres y se me quemaron un poquito.
Más bien se quemaron bastante.
Eso parecía carbón.
Mi hermano me llamo despistada.
No lo soy!
¿Lo soy?
No lo se, puede.
¿Por qué escribo esto?
No se porque.
Porque me aburro.
Espero que rafa no lea esto en clase.
He escrito rafa con minúsculas.
Lo siento, ya lo cambiare.
O puede que no.
Acaban de llamar a la puerta.
Era un amigo de mi hermano.
No tengo ni idea de lo que quería.
No le he abierto.
Creo que se ha marchado.
Mejor.
Me ha sonado el móvil.
Era mi tía.
Mi móvil es un inútil.
Mi madre me dijo claramente “cuando se te rompa este te compro otro”.
Se ha llevado más golpes el pobre.
Hace dos días estaba a punto de tirarlo por la ventana.
Vivo encima de la tienda de la Gripi.
Me da miedo tirárselo a la cabeza.
Me cae bien.
Cada vez que salgo me retiene
hablando con ella unos diez minutos.
Creo que nos estamos convirtiendo en amigas intimas.
La perra de mi vecina no para de ladrar.
Creo que se llama Lily.
Cuando coincido con me mi vecina en las escaleras Lily me muerde los
zapatos.
Según ella “su Lyli no hace nada”.
Tengo miedo de que alguien me asesine.
En las películas, siempre que se va la luz, muere alguien.
Tranquila Yoana eso es la vida real y no una película.
Creo que debería dejar ya de escribir.
No puedo.
Esto es muy adictivo.
La maldita lucecita sigue parpadeando.
Y ahora cuando se me apague el portátil, ¿Qué carajo hago yo sin luz?